jueves, 17 de mayo de 2012

Cannes 2012




Nunca falla. Llega el mes de mayo en el sureste de Francia y Cannes y su Croisette se visten de gala para acoger al festival de cine más glamuroso del mundo.
Este año se celebra la 65 edición y por la ocasión, la que sopla las velas de la tarta no es nada menos que Marilyn Monroe.
La maestra de la ceremonia de apertura también tiene aires de estrella de Hollywood ya que se trata de la actriz Bérénice Béjo, revelada al mundo por su papel en The Artist.
Visto así, todo parece de ensueño. 
Quizás la única mancha en el cuadro es la ausencia de películas españolas entre las 22 en competición. Menos mal que el honor nacional se salva con el director Jaime Rosales y su cinta Sueño y silencio aunque no entre el la carrera a la palma de oro. Se podrá probar suerte en la sección Un certain regard con la coproducción hispano-argentina Elefantes Blancos.
Pero no hay que perder la esperanza, simplemente disfrutar del espectáculo, nos esperan unos doce días de cine.
El palmares se conocerá el próximo 27 de mayo de la mano del jurado presidido por Nanni Moretti.

martes, 15 de mayo de 2012

Valérie Trierweiler


Todos los medios de comunicación tienen en boca el nombre del nuevo Presidente de la República Francesa, François Hollande. Para no caer en la repetición, prefiero interesarme por su compañera sentimental, Valérie Trierweiler.


Algunas personas se sorprendieron al enterarse de que no estaba casada con Hollande. Hay que recordar que esta relación empezó después de muchos años de convivencia y cuatro hijos con Ségolène Royale, candidata por el mismo partido a las presidenciales del 2007. Sabiendo eso, parece que Hollande no es un gran amante del matrimonio.
Después de la derrota de Royale, se anunció su separación, aunque ya se rumoreaba que la pareja estaba teniendo problemas.
Antes de hacer pública su relación con Hollande, Trierweiler era ya una cara conocida de los franceses por presentar unos programas de televisión sobre la política en la cadena de la TDT Direct8.
Parece ser que a partir de ahora su vida profesional va a verse relegada a un segundo plano ya que tendrá que asumir su cargo de Primera Dama.
Esperemos que la nueva pareja presidencial pueda ofrecer una imagen más seria de Francia de cara al extranjero que los esposos Bruni-Sarkozy.

jueves, 10 de mayo de 2012

Columna personal sobre las descargas en Internet


Cambian los gobiernos, se suceden los presidentes, pero un tema sigue siendo recurrente en la mayoría de los países. Cuando el llamado “primer mundo” se está ahogando en una crisis global, sus dirigentes siguen encontrando un hueco en sus agendas para debatir sobre el pago para la cultura. Mejor dicho, sobre un posible castigo para los que han decidido hacer suyo un bien cultural sin pasar por caja, gracias a las proezas de las nuevas tecnologías y la posibilidad de descargar contenidos.
Tienen nombres diferentes: ley SOPA, Sinde o Hadopi, pero dicen más o menos lo mismo. Pretender castigar a quién descarga en internet un contenido cultural sin haber pagado por ello. Usan la defensa de los artistas como argumento principal, pero los que realmente saldrían beneficiados en caso de aplicación de esas leyes son los gigantes de la industria cultural. Que se trate de cine o de música, los artistas se quedan con una ridícula parte del pastel cuando la comparamos con lo que llevan a cobrar las majors. Parece ser entonces que los artistas, antes de ser víctimas de su público que descarga gratuitamente sus obras, son víctimas de sus managers y todas las personas que trabajan detrás, que hacen su agosto aprovechandose de ellos.
Por muy extraño que pueda parecer, existen artistas que están incluso a favor de las descargas. Nombres tan famosos como Joaquín Sabina o Andrés Calamaro son conocidos por apoyar a los internautas que se interesan por sus obras.
Del otro lado de los Pirineos, un grupo de profesionales del cine entre los cuales destacan personalidades como Victoria Abril o Catherine Deneuve han firmado en el 2009 una carta abierta en el diario Libération en contra de la ley Hadopi. En esta tribuna nos encontramos frases tan comprometidas como: “esta ley que pretende defender a la creación solamente instaura un mecanismo de sanciones cuya constitucionalidad queda dudosa” o “el gobierno francés se obstina a ver en los usuarios, los espectadores, unos niños inmaduros que fomentan todos los problemas de la industria del cine”.
Más lejos, en Estados Unidos es un grupo de 140 artistas de la música pop rock, entre ellos Robbie Williams, que forma el Featured Artist Coalition. Se erigen en contra del procesamiento judicial por las descargas. Nos trasladamos al norte y en Canadá nos encontramos con la Asociación de Compositores de Canadá, partidarios de la legalización de la práctica del peer to peer.
A nivel internacional, la cantante Shakira piensa que más que perjudicar, la descarga gratis convierte a la música en un “regalo”. Según sus propias palabras, se siente más cercana a los fans y a la gente que aprecia la música.
Quizás la diferencia entre los artistas que están en contra y los que están a favor reside en la importancia que dan a las ganancias económicas en la ecuación. Si sólo pretenden hacer llegar su obra a un número amplio de personas, la descarga les parecerá una herramienta fantástica. Si miran del lado de los beneficios, se sentirán robados.
Es gracioso pensar que los grandes de Hollywood sean los primeros en quejarse, cuando recordamos el origen de esta Meca del cine. Los estudios y las productoras se instalaron en las alturas de Los Ángeles para huir del oligopolio y de las patentes impuestas por la Motion Picture Patent Company, que en aquel entonces controlaba toda la industria del cine. Es la pescadilla que se muerde la cola.
Las últimas palabras las dejare al cómico francés Coluche, que aunque desapareció en el 1986, tenía ya una idea clara sobre el asunto: “La música es una industria porque un puñado de imbéciles consiguió ser un poco menos tontos que el resto. Todo eso para hacer dinero. [...] Debería de prohibirse esta venta forzada. Ya que si te ponen tonterías todo el día pues terminas comprándolas. [...] ¡Cuando piensas que bastaría con que la gente deje de comprar para que se deje de vender! [...] Mi canción no sale ni en tele ni en radio, pero eso da igual, porque por lo menos, mi canción, al contrario de muchas otras, tiene algún mensaje que transmitir”.

jueves, 3 de mayo de 2012

Precio del transporte: Madrid VERSUS Toulouse


A pesar de ser la orgullosa poseedora de un carné de conducir (made in France, a lo antiguo, rosita y con tres plieges) suelo moverme en transporte público.
Por varios motivos.
Si bien es cierto que me toca la vena ecologista, el tema financiero también tiene su peso en la balanza.
En Madrid no tengo coche porque supondría un coste que no puedo asumir. No tanto en comprarlo, pero sobre todo en gasolina, seguro, arreglos... Teniendo la suerte de vivir en el casco antiguo de la ciudad, el tema aparcamiento también sería un problema. En Toulouse también me desplazo en transporte público. Estoy ahí por breves temporadas entonces tener un coche propio sería absurdo. Además mis familiares se han vuelto reacios a la idea de prestarme el suyo desde un cierto episodio que me incluía, junto al coche de mi padre, una furgoneta aparcada y el trágico destrozo de la parte delantera derecha del vehículo prestado.


Metro de Madrid

Me estoy alejando del tema... Mi primera idea era hacer una comparación entre los servicios de transporte público de Toulouse y Madrid con el motivo de la subida del precio de este último.
Soy consciente de que estamos hablando de dos ciudades de tamaños totalmente diferentes. Una es la capital de España. La otra es (solamente) la cuarta ciudad más grande de Francia. La red de transporte es entonces totalmente diferente en cuanto a tamaño, horarios, recursos...
Pero como usuaria el incremento repetitivo de los precios en el caso madrileño me parecen abusivos. El sistema en sí no me convence.
Para empezar el concepto de abono joven es cuestionable. En un principio era hasta las 21 años. Ha ido subiendo año tras año hasta estar ahora en los 23. Desgraciadamente, como ha sido progresivo, la gente que como yo tuvo la mala suerte de nacer en el 1988 nunca ha podido disfrutar de esas medidas, siendo siempre del “año perdido”.
Luego el precio es realmente elevado, sobre todo si se compara con el nivel de renta y el salario mínimo de los ciudadanos. El abono mensual de la zona más céntrica para un adulto supera los 50 euros.


Metro de Toulouse, una de sus especialidades: no tiene conductor



Veamos en panorama en la ciudad rosa: los usuarios se consideran jóvenes hasta los 26 años. Para ellos, el abono mensual cuesta 10 euros. Les da acceso tanto a la red de autobuses, de metro y de tranvía. Si prefieren comprar billetes sueltos, el bono de diez viajes cuesta tan solo 4 euros. Para las personas desempleadas el abono mensual es sencillamente gratuito, cosa que el consorcio de transportes de Madrid ni se plantea.
Como hay que dar a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César, tengo que recordar que estas condiciones excepcionales en el transporte de Toulouse (regido por la empresa Tisseo) se debe a la llegada a la alcaldía en el 2008 del socialista Pierre Cohen.
Aunque utópico, no estaría mal que los del Consorcio de Transportes de la Comunidad de Madrid se subieran ellos también al carro...